miércoles, 30 de septiembre de 2015

BAILANDO CON ELVIS PRESLEY EN EL CLUB HUINIK



Allá por 1959, yo estaba estudiando en la ciudad de México el segundo año de preparatoria y vivía con mi abuela María Luisa, la tía Carlota, mi tía Teresa y mis primos Pepe y Chiquis, la casa estaba en la calle Monte Albán de la colonia Vértiz Narvarte.

José Luis mi primo, estudiaba ingeniería en la ESIA del Politécnico, la novia de él, a la que le decíamos Yoya, vivía en la calle Ixcateopan de la colonia Narvarte.

En el patio de su casa, empezamos a juntarnos varios jóvenes y formamos un club de amigos llamado Huinik.

Nos reuníamos los sábados para escuchar la música de la época y bailar. Las mujeres hacían Sándwiches y bebíamos refrescos.

A veces preparábamos pequeñas excursiones a: los Dinamos, a las fuentes brotantes de Tlalpan o a Xochimilco.

Pero como no recordar las canciones que escuchábamos y bailábamos, sobre todo las de Elvis Presley: El rock de la cárcel, Zapatos de color azul, No seas cruel, ay nos vemos Cocodrilo, Danny Boy, Hotel de los corazones rotos, Ámame, Osito Teddy, Trátame bien, Tutti Frutti y otras que ya no recuerdo.

Éste club de amigos, el club Huinik, es un gran recuerdo para mi.     

miércoles, 9 de septiembre de 2015

CUANDO MI PADRE QUIZO SER HÉROE




Hola, ¿Cómo no recordar las aventuras de mi Padre? Como aquella cuando el quiso ser héroe.

En Torreón construyeron una alberca en la colonia Nuevo Torreón, cuando fue su inauguración, vino Joaquín Capilla y dio una muestra de sus clavados desde la plataforma de diez metros.

Mi padre, gran nadador, se hizo socio de esta alberca, y dos o tres veces a la semana, se iba a nadar a las seis de la mañana, siempre llevaba sus aletas.

Un día, íbamos mi madre y yo hacia Torreón en un autobús, y después del paso a desnivel, al acercarnos al cruce con el canal de La Torreña, vimos muchos vehículos parados. Se paró nuestro autobús y cual no fue nuestra sorpresa al ver a mi padre, en traje de baño, con huaraches y en las manos sus aletas.

Resultó, que al salir del puente para autos del río Nazas, lo rebasó un auto, donde iban dos chavos alocados, quienes al llegar al cruce con el canal, perdieron el control y su auto cayó dentro de dicho canal.

Mi padre freno su fordcito y se bajó para salvarlos, pero ellos ya habían salido nadando.

Los jóvenes estaban siendo atendidos por paramédicos de la Cruz Roja y ya habían pedido una grúa para sacar el auto del canal.

  

miércoles, 2 de septiembre de 2015

LA EXPLOSIÓN DE GUAYULERAS

Jugábamos Polo en bicicleta, en la calle Querétaro de la colonia de Las Rosas, aquella tarde del 23 de septiembre de 1955, y cuando eran las siete y media de la tarde, de repente se iluminó el cerro de Las Calabazas, y se escucharon dos fuertes explosiones.

El ruido de estás explosiones vinieron del norte de la ciudad, y dejando los palos o bastones del polo, salimos pedaleando hacia el centro de Gómez. Yo pensaba que a lo mejor había explotado el cine Palacio o algo así. Yo tenía trece años de edad.

Al llegar a la plaza, todo estaba en calma, pero varias ambulancias de la Cruz Roja, partieron con rumbo a la salida de la ciudad.

Yo pensé en ese momento: -“La Gasolinera de Cholón”- y pedaleamos hacia allá, pero al llegar a la gasolinera estaba esta en calma.

Paralelo a la vía del tren, desde la gasolinera hasta el cruce de Guayuleras había una pistita de tierra para aviones fumigadores. Nos tuvimos que ir por esta pista pues muchos vehículos de emergencia estaban sobre la carretera.

Ya casi estaba oscuro, pero al llegar al cruce de la carreta con la vía del tren en ese lugar de Guayuleras vimos los restos de un tren. Sobre la pista y a un lado de la vía del tren empezamos a ver pedazos de restos humanos.



Los socorristas, policías y elementos de auxilio alumbraban el lugar con sus lámparas de mano.

En el cruce de la carreta con la vía había un gran cráter, y a unos quince metros de este cruce estaba otro cráter.

Resultó que desgraciadamente el tren pollero número veinte, que venía de Chihuahua, con destino a Torreón, chocó con un camión Torton que traía quince toneladas de dinamita, y el otro camión traía doce toneladas. Los dos provenían del poblado Dinamita.



Mis compañeros del juego de Polo y yo regresamos muy impresionados por lo sucedido.