Cuando en la noche, a solas, el pensamiento vuela,
salvando los abismos del tiempo y la distancia,
atraviesa el recuerdo las sombras de la estancia
y el silencio me envuelve como mágica estela.
Mis padres, mis hermanos, un jardín, una escuela,
nombres inolvidables que tienen la fragancia
de los amaneceres alegres de la infancia,
Gómez, y ciudad Lerdo, y Mapimí y Ojuela.
Me sonríe la dulce, la cariñosa tía,
y entonces yo me digo: “He de volver un día.......
tal vez allá mi infancia duerme como encantada......”
Pero me sobrecoge la angustia y el cinismo,
y me veo en Ojuela, fantasma de mi mismo,
recorriendo entre sombras la casa abandonada.........
salvando los abismos del tiempo y la distancia,
atraviesa el recuerdo las sombras de la estancia
y el silencio me envuelve como mágica estela.
Mis padres, mis hermanos, un jardín, una escuela,
nombres inolvidables que tienen la fragancia
de los amaneceres alegres de la infancia,
Gómez, y ciudad Lerdo, y Mapimí y Ojuela.
Me sonríe la dulce, la cariñosa tía,
y entonces yo me digo: “He de volver un día.......
tal vez allá mi infancia duerme como encantada......”
Pero me sobrecoge la angustia y el cinismo,
y me veo en Ojuela, fantasma de mi mismo,
recorriendo entre sombras la casa abandonada.........
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