martes, 14 de abril de 2015

CON CIERTO ORGULLO



Con cierto orgullo, permítanme platicarles, cual fue una de mis mejores noches en la vida. Esto ocurrió el 24 de mayo de 1959 en la ciudad de Monterrey N. L.

Con cierto orgullo, invite a mis padres a que fueran a Monterrey, para escuchar a su hijo, porque la noche de ese sábado 24 de mayo, se iba a presentar en el teatro María Teresa Montoya, que se encuentra en la contra esquina de la alameda de la ciudad.



Con cierto orgullo, esa noche tuve la oportunidad de participar en el CONCIERTO que la academia Wagner de acordeón, del profesor Guillermo Benítez presentaba a la concurrencia.

En la academia estábamos inscritos cuarenta acordeonistas, y el concierto fue presentado en solos, duetos, quintetos y al final los cuarenta alumnos.



Aquí mi foto con mi acordeón…
  
Cuando me presenté en mi solo de acordeón, toqué la Danza Húngara número cinco de Johannes Brahms.

Luego en dueto, otro alumno y yo tocamos música italiana: Tarantela Napolitana, Funiculi-Funicula y O´Solemío. En un quinteto tocamos tangos: La Comparsita, Uno, A media luz y Yira Yira.

Finalmente para finalizar el concierto, los cuarenta alumnos tocamos música mexicana: Cielito Lindo, Carabina treinta treinta, Caballo Bayo, Las Bicicletas y la Marcha de Zacatecas.

El concierto fue un triunfo para todos, y para mi fue, un con cierto orgullo el que mis padres me hallan escuchado. Salimos del Teatro y mis padres muy felices me llevaron a cenar Cabrito, yo pedí una riñonada.


    

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