Todos sabemos que el carnaval es la fiesta de la carne, y más en este bello puerto de La Paz donde año con año se festeja, con gran colorido esta fiesta. Sus orígenes son muy antiguos; vienen siendo las Bacanales que realizaban los griegos o las Saturnales que llevaban a cabo los romanos.
Cuatro días antes del miércoles de ceniza, se tolera cierta libertad mundana, para que la condición humana tenga alegría y desahogo, antes de entrar a la etapa de ayuno y recogimiento de la cuaresma, que se inicia con la impresión de la cruz, que en las parroquias se nos hace, con la sentencia irrevocable de: “Polvo eres y en polvo te convertirás”
Allá en mi pueblo yo no recuerdo, que se festejara el carnaval como aquí, pero si me acuerdo de ciertos intentos por hacerlo. A mi mente llegan algunas escenas de ciertas personas que en algún patio casero, celebraban fiestas de disfraces, dedicadas a estas fiestas paganas y el primero en asistir era mi Señor padre, siempre se disfrazaba de algo y disfrazaba a mi Señora madre para que le hiciera segunda.
Allá por 1950, apoyados por Vicente Verdugo, secretario del ayuntamiento de Ciudad Lerdo se corona como reina del carnaval de ese año: Lupita Sáenz una prima segunda mía, la coronación fue en el cine López que estaba frente a la plaza del pueblo y el baile con que cerró el martes del carnaval, se llevó a cabo en el casino de la ciudad, un gran salón que también estaba frente a la plaza. Mi padre ganó el concurso de disfraces ya que salieron disfrazado el y mi madre como una pareja argentina que bailaron Tango Apache.
En Torreón, por ser una ciudad más grande, se festejaban estos carnavales con un desfile de carros alegóricos que tomaban toda la avenida Morelos que se iniciaba desde dos cuadras antes de la plaza y continuaba hasta la alameda, dos cuadras después de pasar la avenida Colón. En la alameda y frente a las cantinas donde la gente acostumbraba a ir a la botana los días de calor, la que era acompañada por muchas botellas de cerveza Cruz Blanca. En plena alameda y frente a estas cantinas terminaba el baile de carnaval, lugar donde el ingeniero Francisco Lavín Trujillo también se sacó el primer lugar de disfraces.
Como yo salí de la comarca lagunera en 1959 y ya no regresé a mi tierra, ya no supe como se realizaron, me imagino que fue como en muchos lugares de México donde muchas pandillas de vagos se disfrazaban de mascaritas poniéndose una capucha para no ser reconocidos y se dedicaban a molestar a la ciudadanía.
Afortunadamente aquí en la paz, esas mascaritas mantienen un poco el orden, el único que da la nota discordante es el gobierno de la entidad, pues al no entender el significado de estos festejos le puede cambiar a su entero arbitrio la fecha del carnaval para que no se contraponga con sus elecciones. No hace muchos años, recuerdo que el principal encargado del gobierno estatal, pasó el domingo de carnaval para una semana después el domingo de las elecciones, ya que para el es más importante la venta de cerveza, que se debe de vender durante el carnaval, sin importarle que los creyentes ya estábamos en plena Cuaresma. Se le emplamaron los dos domingos, el domingo de Carnaval con el domingo de las elecciones y para eso es gobernador, para decidir cuando se debe vender cerveza. ¿EN PLENA CUARESMA?
Cuatro días antes del miércoles de ceniza, se tolera cierta libertad mundana, para que la condición humana tenga alegría y desahogo, antes de entrar a la etapa de ayuno y recogimiento de la cuaresma, que se inicia con la impresión de la cruz, que en las parroquias se nos hace, con la sentencia irrevocable de: “Polvo eres y en polvo te convertirás”
Allá en mi pueblo yo no recuerdo, que se festejara el carnaval como aquí, pero si me acuerdo de ciertos intentos por hacerlo. A mi mente llegan algunas escenas de ciertas personas que en algún patio casero, celebraban fiestas de disfraces, dedicadas a estas fiestas paganas y el primero en asistir era mi Señor padre, siempre se disfrazaba de algo y disfrazaba a mi Señora madre para que le hiciera segunda.
Allá por 1950, apoyados por Vicente Verdugo, secretario del ayuntamiento de Ciudad Lerdo se corona como reina del carnaval de ese año: Lupita Sáenz una prima segunda mía, la coronación fue en el cine López que estaba frente a la plaza del pueblo y el baile con que cerró el martes del carnaval, se llevó a cabo en el casino de la ciudad, un gran salón que también estaba frente a la plaza. Mi padre ganó el concurso de disfraces ya que salieron disfrazado el y mi madre como una pareja argentina que bailaron Tango Apache.
En Torreón, por ser una ciudad más grande, se festejaban estos carnavales con un desfile de carros alegóricos que tomaban toda la avenida Morelos que se iniciaba desde dos cuadras antes de la plaza y continuaba hasta la alameda, dos cuadras después de pasar la avenida Colón. En la alameda y frente a las cantinas donde la gente acostumbraba a ir a la botana los días de calor, la que era acompañada por muchas botellas de cerveza Cruz Blanca. En plena alameda y frente a estas cantinas terminaba el baile de carnaval, lugar donde el ingeniero Francisco Lavín Trujillo también se sacó el primer lugar de disfraces.
Como yo salí de la comarca lagunera en 1959 y ya no regresé a mi tierra, ya no supe como se realizaron, me imagino que fue como en muchos lugares de México donde muchas pandillas de vagos se disfrazaban de mascaritas poniéndose una capucha para no ser reconocidos y se dedicaban a molestar a la ciudadanía.
Afortunadamente aquí en la paz, esas mascaritas mantienen un poco el orden, el único que da la nota discordante es el gobierno de la entidad, pues al no entender el significado de estos festejos le puede cambiar a su entero arbitrio la fecha del carnaval para que no se contraponga con sus elecciones. No hace muchos años, recuerdo que el principal encargado del gobierno estatal, pasó el domingo de carnaval para una semana después el domingo de las elecciones, ya que para el es más importante la venta de cerveza, que se debe de vender durante el carnaval, sin importarle que los creyentes ya estábamos en plena Cuaresma. Se le emplamaron los dos domingos, el domingo de Carnaval con el domingo de las elecciones y para eso es gobernador, para decidir cuando se debe vender cerveza. ¿EN PLENA CUARESMA?
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