La vida comunitaria es necesaria para la realización de la vocación humana.-
La sociedad civil tiene su origen en la misma naturaleza del hombre.-
Toda vocación cristiana tiene un carácter comunitario.-
Los miembros de la sociedad no son solamente individuos de una especie, son personas.-
Inserto en la naturaleza, el hombre no vive solo, convive con otros hombres formando comunidades y sociedades.-
La Iglesia desde el principio ha considerado la necesidad social para el desarrollo del hombre.-
La persona está en la base de la sociedad, esta se funda para ella y no al revés.-
La naturaleza misma de la persona le da la condición de autodeterminación, es decir de hacer uso de libertad.-
Nadie se salva solo. Nos salvamos tomados de la mano del Espíritu Santo y de los hombres a quienes Dios haya puesto en nuestro camino.-
Cada uno está personalmente llamado por Cristo en un lugar determinado en la sociedad.-
Cuando elijo como si me llamaran los bienes materiales, y trato a los demás como si fueran cosas, me quedo solo, ya no hay vocación y sin ella no hay camino de realización personal.-
Cada comunidad se define por su fin y obedece a reglas específicas, pero el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana.-
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