viernes, 14 de septiembre de 2007

LA QUE SE FUE


Pasaste por mi vida, seductora
y luminosamente bella fuiste
en mi existencia que de sombra viste
una explosión de luz, como una aurora.

Cuando de tu partir llega la hora
de mi lado te vas como viniste,
envuelta en luz divinamente triste,
en la luz del crepúsculo que llora.

En mi pobre existencia que declina
de aquel ensueño los instantes bellos
rasgarán del recuerdo la neblina,

y con tu amor se fundirán en ellos
la luz de mi nostalgia vespertina
y la aurora triunfal de tus cabellos.



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