jueves, 17 de mayo de 2007

SAN MARCOS TIENE LA FAMA


En esta canción el autor nos explica lo que es la esperanza: -“A la mar fui por naranjas, cosas que la mar no tiene. A la mar fui por naranjas, cosas que la mar no tiene. El que vive de esperanzas, la esperanza lo mantiene, Sanmarqueñña de mi vida, Sanmarqueña de mi amor.

Esto pasó durante un viaje marítimo. Una señora muy creyente se enfermó de escorbuto y el médico de a bordo le recetó mucho jugo de naranja, pero en el barco no había naranjas y esto le preocupo mucho al galeno. La señora muy confiada en Dios le dijo al doctor: -No se preocupe, mi Padre Celestial me va a enviar las naranjas.

El Médico le contestó: -Querida señora, ¿Ya se le olvido que estamos en alta mar?

-Querido doctor, ¿Usted olvida que para Dios no hay nada imposible? -Le contesto la señora.

En eso los dos sintieron que el barco se detuvo en alta mar. El doctor salió preocupado al puente para ver que pasaba. Un rato más tarde entró el doctor al camarote de la señora enferma llevando una gran jarra de jugo de naranja.

Y le dijo: -Es admirable su confianza en Dios señora, hace un rato cuando nuestro buque se detuvo, salí a ver que pasaba y por babor teníamos a un carguero averiado, este barco carguero averiado lleva un gran cargamento de naranjas frescas.

El hombre optimista es un hombre que tiene muchas esperanzas, es capaz de convertir la derrota en victoria, transforme la enfermedad en fortaleza y aun la muerte misma se convierte en una vida verdadera y eterna.

La esperanza es como un gran telescopio donde se mira lo pequeño y distante y al mirar a través de él, se logra verlo grande y muy cerca.

Es decir, las cosas recobran su exacta dimensión cuando el hombre las contempla a la luz de Dios.

Las cosas recobran su exacta dimensión cuándo el hombre las observa a la luz de Dios.

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