viernes, 25 de abril de 2008

NO LE LLENES EL TANQUE


Dijo enojado el piloto aviador, al chofer de la pipa de gas-avión que estaba conectada al tanque de combustible del avión Britten-Norman: ISLANDER XC-AAS, que había sido asignado como avión ambulancia para servicio del hospital del Seguro Social de la ciudad de La Paz, allá a mediados de los años ochenta. Eran las seis de la mañana y el capitán del avión estaba preparando la aeronave para ir hasta la pista que se encuentra en la Isla Margarita a recoger a un enfermo y traerlo al Hospital del Seguro Social de La Paz. Ya había hecho su plan de vuelo, solo esperaba que llegara el enfermero que lo iba a acompañar para traer al enfermo junto con su camilla. El copiloto del avión no se presentó pues amaneció con una gran enfermedad (cruda) y esto hizo enojar al capitán del ISLANDER. El chofer de la pipa de combustible terminó de colocar la cantidad de gas-avión que le pidió el piloto, nada más medio tanque y ya, el piloto firmo la nota, se subió al avión y estaba echando a andar los dos motores cuando llegó corriendo el enfermero que lo acompañó a recoger al enfermo.

Seis quince de la mañana y el avión despegó de la pista 18 del aeropuerto de La Paz, a los quinientos pies viró por su derecha y puso rumbo hacia la isla Margarita, al llegar a la isla, la niebla no permitía ver la pista. Dio tres vueltas hasta que descubrió un hueco entre la niebla y por fin aterrizó en la pista de tierra de esta isla a las siete cuarenta y cinco de la mañana. No había nadie esperando al avión, pues las autoridades consideraban que la pista estaba cerrada por la niebla. El enfermero tuvo que caminar hasta el hangar que servía de alojamiento para la partida naval que cuidaba el aeródromo. Un marino lo llevó hasta la casa donde se encontraba el enfermo. En una camioneta de la marina, llevaron desde la enfermería de la zona naval la camilla donde se iba a trasladar al paciente. Mientras el piloto aviador del avión seguía haciendo corajes por todo lo que le estaba pasando en este vuelo. Tuvo que levantarse muy temprano, tardó mucho tiempo en que llegara la pipa del combustible. Su copiloto no llegó. El enfermero llegó tarde y finalmente la niebla y llegar a la plataforma y no había nadie que lo esperara. El enfermero tardó una hora en llegar con el paciente en la camioneta hasta el avión.

Faltaban cinco minutos para las nueve, cuando el capitán del avión arranco de nuevo los motores del ISLANDER, hizo las pruebas para antes de un despegue y a las nueve en punto estaba despegando de la pista de la isla, no quiso volar directo hacia La Paz, sino que cruzó la península para salir a la costa del golfo de California al sur de Loreto y se fue bordeando toda la costa.

Cuando llegó frente al mechudo, cerro donde se inicia la bahía de La Paz en su parte norte, checó su cantidad de combustible y se dio cuenta que estaba muy por debajo de lo que había calculado. Entonces decidió no volar a la recta desde el mechudo hasta el aeropuerto, esto es cruzar toda la bahía por la parte media desde el norte hacia el sur, entonces siguió bordeando la bahía, pasó sobre la playa del Coyote, sobre San Juan de la Costa, sobre el cajón de los Reyes y de ahí se dirigió directo al aeropuerto e inició su descenso. Su radio sufrió un corto y dejó de funcionar. Ya estaba pasando sobre el Centenario, cuando su motor derecho dejó de funcionar por falta de combustible. Tuvo que perfilar la hélice y siguió descendiendo solo con el motor derecho, ya el aeropuerto estaba como a tres millas y antes de llegar a las primeras casas de Chametla, se detuvo el otro motor y tuvo que aterrizar en emergencia con paro total de motores por falta de combustible, aterrizando a un lado de la carretera que va al norte, entre Chametla y el Centenario.

Afortunadamente el aterrizaje fue sin novedad, en silencio, el enfermero iba rezando y el paciente totalmente dormido. Se acerco un camión forrajero y subiendo en él la camilla salieron de prisa con la camilla el enfermero y el enfermo. El piloto aviador se encaminó a pie hasta el aeropuerto para informar sobre el aterrizaje de emergencia que tuvo. Las autoridades se trasladaron de inmediato para checar el estado del avión. El comandante del aeropuerto pasó por el escuadrón 203 para preguntar si había algún piloto que hiciera el traslado del avión desde la carretera hasta la pista 18 del aeropuerto Manuel Márquez de León. Se acababa de incorporar un teniente procedente del hangar presidencial de la ciudad de México donde voló los ISLANDER de la Fuerza Aérea Mexicana. Al piloto aviador del seguro social le cancelaron su licencia por haberle pedido al chofer de la pipa “NO LE LLENES EL TANQUE” (nota: la foto del encabezado, es el XC-AAS despegando desde la carretera que va de Chametla al Centenario)

1 comentario:

Eduardo Arteaga dijo...

Interesante anecdota, recuerdo mi paso sin plena ni gloria por el mundo de la aviacion...Saludos