LA RELACIÓN DE UN TESORO

Allá por 1954, yo tendría unos doce años de edad y recuerdo que llegó a la región Lagunera un mago prestidigitador el cual hizo amistad con mi Señor Padre. Este mago del cual no recuerdo su nombre fue a la Laguna en pos de un tesoro, para lo cual llevaba una relación que consiguió en el estado de Nuevo México E. U. A. (una relación era una carta antigua donde se informaba del lugar donde estaba enterrado un fabuloso tesoro) yo me quedé con una copia de esa relación la cual les transcribo:

Nunca mejor la ocasión que la presente, para manifestarle a Ud, un asunto de la mayor importancia. Yo tal vez no me será posible volver a ese país donde felizmente viví y hubiera vivido pero los motivos de la revolución de independencia, que en ese tiempo fue estallada por un tal Hidalgo que no dudo conocerá porque entre esa gente es inmortal y para nosotros los españoles es un maldito porque nos estropeo nuestros intereses adjudicándoselo tenazmente, puede que la casualidad lo lleve, amigo mío, a una comarca feliz y feraz conocida como Bolsón de Mapimi, en ese punto, voy a darle pormenor que paseo a referirle: Estando allá, hay un cerro conocido como La Bufa. Estando en ese cerro arriba, con la cara puesta para donde sale el sol en el mes de mayo, en el otro extremo se ve la explanada y hay una sierra que domina esa altura y junto a esa sierra otros dos cerritos retirados uno de otro a una distancia no lejana, independiente siempre de la montaña. El punto que debo citarle tiene el nombre de Antiguo Mineral de Mapimí. En los dos cerritos, el del lado poniente, tiene el nombre de Guadalupe y hacia ese mismo lado, el poniente, tiene una mediana gruta que estando al pie de dicho cerro, con la espalda para donde el sol se pone, se cuentan para arriba 20 varas para el frente de la gruta y estando allí hay una excavación en la que a 3 varas se encuentran 4 cajas que contienen alhajas de otro y plata de nuestra santa madre iglesia, también la osamenta de 4 mulas que en varios viajes condujeron allí monedas de oro y plata en 200 cajas con la gran imagen de nuestro buen rey Carlos V. Estos datos los trasmito, amigo mío a fe de cristiano que es cierto. Cuando nosotros pasábamos por allí de huida con nuestros bienes no quisimos que los insurgentes dispusieran de nuestros bienes depositando en dicho cerro la mayor parte de ellos, siendo estos los pormenores principales que le doy a ud vaya por allí teniendo mientras este a tiempo, la fortuna de encontrarlos. Esto que le digo es verdad.

Entonces mi padre le propuso al mago que yo lo podía acompañar en sus pesquizas. En ese tiempo la población de Mapimí estaba semiabandonada. Subimos al cerro de la Bufa en la madrugada, esperamos la salida del sol y nos dimos a la tarea de buscar la sierra, los dos cerritos y así pasamos varias veces buscando esos cerritos hasta que dimos con ellos. Un tío nos presto un jeep y llegamos hasta los dichosos cerros, pero nunca vimos la gruta, ni encontramos dicho tesoro, pero eso si nos dimos unas grandes asoleadas, y el mago desilusionado se regresó a Estados Unidos.