jueves, 21 de junio de 2007

NUNCA DEJARÉ DE SOÑAR


No hay dulzura más honda que la augusta tristeza
de vivir solamente para amar la belleza,
ofreciéndole toda la claridad viviente
de mi alma encendida por una sed refulgente,
y arrojando a sus pies, cual una rosa viva
todo el frescor de mi juventud perdida.

Amigos y amigas, yo soy el afán
de despreciar las dichas opacas que se me dan
y de ascender cantando por la nube gloriosa
donde queda de Cristo, la sangre luminosa.

¿Qué importa que se rasguen mis arterias?
¿Qué solos quedan los aeropuertos sin mi avión?
si siempre he volado con el corazón
siendo solo el dueño de todas mis miserias.

¿DUEÑO........?

Soy de todo el oro, y el vivir bien es mi sueño
y a los vanos placeres que hubiera logrado
prefiero lo dulce del viaje irrealizado,
y no estoy alegre sin la augusta tristeza
de vivir solamente para amar a la belleza.










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