viernes, 6 de julio de 2007

CONTINÚA LA HISTORIA DE CUANDO DON NORBERTO SE DEDICO A LA MINERÍA


(Todo esto me lo contó el Señor Hahnel de sus andanzas de minero) Morelia es un lugar tranquilo, con un clima ideal, vale la pena vacacionar ahí. Los alrededores son atractivos y por la falta de grandes empresas, todo es barato. Me paseé por sus hermosos parques, y en la calle principal, al mirar el aparador de una joyería, vi la exhibición de un pedazo de Antimonio. Mi corazón dió un brinco y entre en la joyería. El joyero estaba ocupado comprando oro viejo, joyas antiguas. Cuando se desocupó le hable del antimonio y me dijo que tenía un yacimiento en la sierra y estaba dispuesto a pasármelo bajo ciertas condiciones. Claro que yo tenía que ver al gato fuera del costal. Al día siguiente fuímos a ver el prospecto. Este estaba a 40 kilómetros de Morelia sobre la carretra que va a México por las mil cumbres, hay un lugar que se llama Temazcal. De ahí sale un camino de tierra que va a Huetamo y en el kilómetro 53 hay un pueblo llamado Tzitzío y otros 3 kilómetros adelante, nos bajamos del auto y montando bestias que ahí conseguimos. Subimos a la sierra hata un cerro plano llamado banco de oro. Esa región es minera cosa que constaté a primera vista. El joyero que me llevó ya había hecho trabajos preliminares. Encontré un socavón de casi 8 metros de profundidad y con grandes manchas de antimonio al 71 %, es decir, casi puro. Él no había continuado por desconocimiento ya que el antimonio no se presenta en vetas, sino en bolsas. Me callé la boca, cosa difícil porque hablo demasiado y encontré 3 lugares más.. Esto ya ameritaba tomar el lugar como base para establecer un campo minero. Comencé a construir una casita de dos piezas con techo de zacate. Blanqueamos la casita con cal. Ya que estba terminada llevé a mi familia a vivir y nos acompañó mi cuñada Gloria. Yo usba botas altas y casco por lo que me llamaban ingeniero. Los conocimientos de minería venían de abolengo, pues nací en el corazón de la industria minera alemana. En esa zona a los 800 metros de profundidad hay dormitorios, restaurant, aduana porque es frontera con Polonia y las vetas se introducen en la nación vecina. Llegó mi familia incluyendo a mi cuñada Gloria qu ayudaba a cuidar a los niños. La casa estaba en la falda de un cerro desde donde se tenía una vista hermosa del valle. De un rancho en Pedro García nos mandaban a diario leche y huevos. También guajolotes y desde entonces aborrezco la carne de pájaro. Los mineros que alquilé venían con altero de tortillas, las cuales comían sin sal, ellos eran muy pobres. Escarbando con mis mineos encontramos los cimientos de unas casas muy antiguas las cuales estaban llenas de huesos. Sin querer encontré la primera mina que trabajaban los tarascos antes de la llegada de los españoles.

No hay comentarios: