martes, 10 de julio de 2007

MIS MEJORES AMIGOS


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino. Algunos recorren el camino a nuestro lado viendo muchas lunas pasar, sin embargo, hay otras que apenas las alcanzamos a ver entre un paso y otro. A todas ellas las hemos llamado amigos y hay muchas clases de ellos. Imaginemos que nuestros amigos son como un gran roble, cada parte del roble representa y caracteriza a cada uno de nuestros amigos. Las raíces son nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, encima de las raíces estan mis amigos hermanos con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan crecer y florecer como nosotros. Lugo pasamos a ver todas las hojas del roble, a quienes respetamos y deseamos el bien. Estas hojas, nuestros amigos, se amacizan a las ramas por algún tiempo, muchas ellas se caen temprano, otras duran hasta el crudo invierno, pero terminan por caer también. Para la siguiente primavera saldrán nuevas hojas, otros nuevos amigos y así pasarán por nuestra vida. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, amigos de corazón, dejan huella en nuestra vida porque son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace ser felices. Sin que nos demos cuenta, todos estos amigos que no son de nuestra familia, dejan de ser amigos para convertirse en conocidos, en compañeros, en aliados, en socios, en camaradas, en compinches. Poco a poco he ido descubriendo cuales son mis mejores amigos, los míos los tengo desde hace treinta y seis años y a ellos les quiero dar las gracias por permitirme ser su amigo, ellos me han dado la mayor felicidad de mi vida, han alimentado mis preocupaciones y me han dejado momentos muy agradables. Han sido dueños de todas mis ilusiones y de todas mis alegrías, vaya para ellos esta oración

"No se como decirte amigo, lo mucho que te quiero y todo lo que yo te necesito. Te quiero, porque te veo alegre y porque con amor escuchas mis palabras, soportas mis largas confidencias. Te amo porque te acercas con respeto, aceptas mis silencios o mis gritos, me animas cuando caigo y me impulsas en mis sueños. No te escandalizas de mis pecados, ni me condenas por mis limitaciones. Te necesito amigo, para recibir tus consejos, para entregarte lo que tengo, para compartir contigo mi fe, para decirte lo que siento y para cantar junto a Ti. Gracias amigos míos por ser el tronco de mi roble en el cual me sostengo. Por la transparencia de sus corazones y porque a través de ustedes dos, puedo ver amplia, serena, alegre y nítida, la gran sonrisa de mi Dios"

El fuerte tronco de mi roble, son "MIS MEJORES AMIGOS", mis dos HIJOS llamados: Francisco desde hace 36 años y Norberto desde hace 34 años. Los dos son muy distintos en su físico, en su caracter, en su destino. Pero a los dos yo los amo por igual, porque me han enseñado la responsabilidad de ser padre, el gusto por la vida y sobre todo me han enseñado a respetarlos. Me siento como el águila vieja que desde lo más alto de la montaña, ya casi sin fuerzas para levantar el vuelo, mira en lontananza, allá en el fondo de los valles como vuelan sus aguiluchos, quienes a veces se separan pero que se vuelven a encontrar para volar juntos. Gracias a los dos, Francisco y Norberto por ser "MIS MEJORES AMIGOS"

No hay comentarios: