martes, 10 de julio de 2007

¿TODO SE VALE EN EL NOVIAZGO?


a) EL JUEGO DE LA EXCITACION
Hoy en día está muy extendido el llamado "juego de excitación", por medio del cual los novios se exploran todas las zonas erógenas del cuerpo, de modo que les es dado disfrutar del placer, inclusive hasta el orgasmo, evitando así que la joven pierda su virginidad o quede embarazada. No se puede negar que hay aquí algunos inconvenientes:
- Bajo el aspecto moral ‑que también hay que tener en cuenta si se tratan de novios cristianos- este juego de excitación es considerado como desagradable y aún como pecaminoso, sobre todo si la exploración se realiza con miras a satisfacer los caprichos pasionales. En este caso, a la persona explorada, no se le ama de veras, se le usa y abusa como un objeto de placer.
- Psicológicamente, ese juego puede causar también perjuicios: El andar jugueteando con el sexo en ese estadio del desarrollo y de la maduración emocional, impide un normal progreso hacia la maduración, haciéndolos - a los novios – incapaces de distinguir el juego sexual entre camaradas y el cariño verdadero entre novios que aspiran a formar un hogar.
‑ En el fondo, no se puede negar tampoco que existe latente un marcado egoísmo por la búsqueda del placer, y el egoísmo es precisamente el enemigo principal del amor.

b) LAS RELACIONES PREMATRIMONIALES.
Es otra de las costumbres que se han introducido entre muchas parejas, gracias a los reclamos y gritos de libertad que vociferan muchos medios de radio, televisión y revistas. Estas libertades, a unas parejas las conducen a ir a vivir juntos y a otras las llevan finalmente al matrimonio.
¿Cuáles son los motivos por los cuales los jóvenes de hoy sucumben tan fácilmente a éstas prácticas eróticas?
‑ Curiosidad sobre el otro sexo y su comportamiento en el acto sexual.
‑ Porque lo hacen otros y no quieren pasar por disminuidos.
- Por falta de energía física y psicológica para a resistir con firmeza el asalto de un muchacho super excitado después de una sesión de "juego de excitación".
‑ Temor a aparecer insensibles.
- Sentimiento de compasión o lástima hacia el muchacho que es presa de un deseo o pasión violentos.
‑ Necesidad de compensar las galanterías y regalos del muchacho.
- Deseo de comportarse como persona adulta, según las normas establecidas por el medio social, cine, literatura, canciones de tema erótico. Hay un detalle que no deja de extrañar: Ningún muchacho de los encuestados se refiere a la "necesidad física" para buscar las experiencias. Respecto a las relaciones prematrimoniales vemos que:
- Primero: Psicológicamente, las uniones realizadas antes del matrimonio revisten características muy distintas de las tenidas después. Aquellas son muy poéticas, muy abstractas y casi siempre sin compromiso serio. Las otras son más concretas y legítimas. La pareja de casados se une para "darse" totalmente el uno al otro. En cambio en los otros frecuentemente esas experiencias los separa más. Los que no están casados sienten el placer físico pasajero sin el gozo profundo y limpio del amor conyugal; y dejan la escena únicamente para volver a la vaciedad, mientras los casados siguen su comunidad de amor y de vida gozando de la relación de ese amor creciente,
- Segundo: La práctica ilícita y repetida de las relaciones prematrimoniales, les hace perder la libertad de que deben gozar los novios. Todo acto sexual compromete y ata y, a la hora del casamiento, ¿se puede pensar en un conocimiento auténtico?
- Tercero: Puede ocurrir algo inesperado para los dos: la concepción de un hijo. Esto les llenará de sobresalto, especialmente a ella y quizá les obligará a casarse con urgencia con el fin de tapar el error, o quizá le obliguen los familiares de ella al novio a tomar una decisión que no desea y para la cual no se siente preparado. ¿Y no vendrá después la revancha?
- Cuarto: Si esas relaciones son únicamente un luego de erotismo", es posible que con el tiempo uno de los dos se retire, como ocurre en los jugadores cuando prevén que el triunfo no les sonríe. Y entonces, ¿cuál será la suerte, sobre todo de la mujer?
‑ Quinto: Eso de que las relaciones sexuales entre los jóvenes y aún entre ciertos novios sean una exigencia del amor, es cosa que habrían que analizarlo profundamente. Con frecuencia no pasa de ser una pasión fisiológica disfrazada de amor. Lo cual ya acusaría una gran inmadurez.
- Sexto: Que las experiencias genitales sirvan para conocerse mejor los novios, es otro punto que habría que poner en duda. Es muy difícil que exista comprensión perfecta cuando la actividad sexual se separa de los quehaceres y contratiempos de la vida cotidiana. Comprenderse no es dormir juntos un rato o una noche: es convivir, luchar, estar enfermos, tener fracasos, verle al otro de mal humor, discutir. Y eso sólo cabe en el hogar.
‑ Séptimo: dicen los defensores de las relaciones sexuales prematrimoniales: ¿por qué he de esperar a tener relaciones sexuales si existe ya el amor? La vida está llena de esperas. Espera el campesino que sembró la cosecha a que se madure; espera el estudiante que sueña con ser profesional; esperamos todos. ¿Qué dirías del ejercicio de la medicina en una persona que es todavía estudiante y no médico?
‑ Octavo: El amor por lo general debe estar abierto al hijo mediante el acto procreador. De otra forma sería incompleto y estéril. ¿En los novios lo está?
‑ Noveno: Los que piden el acto sexual como una prueba de amor, lo hacen en el fondo porque no están seguros de ese amor, que es entrega absoluta e irrevocable, Además, si después de la "prueba” resulta la desilusión, ¿qué? Cuando a uno no le gustan los zapatos o el vestido después de usarlos, los pueden regresar. ¿Así también se debe hacer con el amor humano?
‑ Décimo: No se puede finalmente pasar por encima del aspecto moral y evangélico. Existe un mandamiento que dice: "No fornicar", por el que se prohíben las relaciones sexuales prematrimoniales. Para una pareja de novios cristianos, el Evangelio debe suponer mucho.

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