El estado de Baja California Sur, es una franja de tierra rodeado por el Océano Pacífico y el mar de Cortes. La agreste vegetación de la mayor parte del estado está conformada por cactáceas como choyas, pitahayas, cardones, uñas de gato y muchos arbustos llenos de espinas. Por eso el ranchero sudcaliforniano cuando sale al monte a campear utiliza una vestimenta especial cuyo nombre es CUERA.
La cuera completa consta de: Sombrero, pantalones, polainas, zapatos llamados tehuas y una capa de gamuza que cubre todo el cuerpo desde los hombros hasta los tobillos. Todo esto está hecho de piel de res, la cual sirve para proteger al ranchero cuando sale a buscar sus animales por los vericuetos del campo, por las cañadas y los lomeríos.
Es de admirarse la prestancia y gallardía con la que el ranchero dirige a su montura entre los matorrales cuando sale a juntar las vacas, las chivas, o los burros que se adentran en el campo.
La cuera es de procedencia española, introducida a ésta región por los misioneros Jesuitas durante la colonización. Por eso la capa tiene cierto parecido a la sotana y el sombrero es semejante al que usaban los religiosos en su peregrinar mientras construían las misiones de la Baja California Sur.
Ojalá usted tenga la oportunidad de visitar a los ranchos sudcalifornianos, gozar de la hospitalidad del ranchero, verlo montado con su indumentaria, esta cuera que no existe en ninguna otra parte del mundo, disfrutar de un cafecito de talega con una tortilla de harina y una panelita, después una coyota de panocha. Le aseguro que tendrá una feliz experiencia, que no se tiene en otros lugares, pues las costumbres del ranchero sudcaliforniano tiene ese sabor sagrado de vivir, de sentir y convivir.
La cuera completa consta de: Sombrero, pantalones, polainas, zapatos llamados tehuas y una capa de gamuza que cubre todo el cuerpo desde los hombros hasta los tobillos. Todo esto está hecho de piel de res, la cual sirve para proteger al ranchero cuando sale a buscar sus animales por los vericuetos del campo, por las cañadas y los lomeríos.
Es de admirarse la prestancia y gallardía con la que el ranchero dirige a su montura entre los matorrales cuando sale a juntar las vacas, las chivas, o los burros que se adentran en el campo.
La cuera es de procedencia española, introducida a ésta región por los misioneros Jesuitas durante la colonización. Por eso la capa tiene cierto parecido a la sotana y el sombrero es semejante al que usaban los religiosos en su peregrinar mientras construían las misiones de la Baja California Sur.
Ojalá usted tenga la oportunidad de visitar a los ranchos sudcalifornianos, gozar de la hospitalidad del ranchero, verlo montado con su indumentaria, esta cuera que no existe en ninguna otra parte del mundo, disfrutar de un cafecito de talega con una tortilla de harina y una panelita, después una coyota de panocha. Le aseguro que tendrá una feliz experiencia, que no se tiene en otros lugares, pues las costumbres del ranchero sudcaliforniano tiene ese sabor sagrado de vivir, de sentir y convivir.
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